sábado, febrero 18, 2012

El arte solitario


La cosa es muy sencilla. Las cuentas no dan por ningún lado. No los voy a aburrir contándoles cuanto cuesta hacer un disco, un video, cuanto ensayar; ni cuánto debería pagarle a los músicos por concierto, al ingeniero, a quien diseña el cartel, a quién ayuda a vender los discos. Y no voy a hacerlo sencillamente porque en últimas en el arte eso no tiene ninguna importancia. ¡Lo que importa en el arte es el arte!  ¿Arte o artesanía son las canciones? Eso es otra discusión, pero, ya que surgió el tema, yo digo que es artesanía. Arte el del Pibe Valderrama  y las telenovelas de RCN. Si no me creen deberían visitar el Museo Nacional mas seguido.

Y bueno, tampoco es que las cuentas no den para el arte en general o para la artesanía cancionística. Las mías son las que no dan. Eso si, la biografía sigue creciendo, éxito tras éxito en la radio no comercial, en los blogs independientes, en destacados festivales internacionales para la inmensa minoría. Pero claramente esto no es triunfar. En lo económico digo. Y en el plano artístico es impensable. Sigo enfrentándome al papel en blanco, a la guitarra igual que el primer día. Cada día siento que me falta más. Lo que antes me parecía un logro ahora no pasa de ser un buen intento. La música cada día pide más y más y yo voy ahí detrás con la lengua afuera haciendo lo mejor que puedo: ¿artesanía?. Estudiando el doble, exprimiéndome el cerebro por una metáfora que no se le haya ocurrido antes a Arjona. Ósea, con la vida pendiente de un hilo porque en mi pueblo una  figura literaria a lo “pestaña sin ojo” es causal de suicidio...

Me felicita mi mamá de año nuevo y me dice “que el próximo año los logros no sean solo simbólicos”. Me recuerda la abogada del banco -que insiste en llamar a las 6:30am- que debo seis meses de tarjeta de crédito, o mejor dicho que le debo la invitación al prestigioso festival. Me dicen en la EPs que ojalá no me enferme porque si  es así seguro me van a dejar morir, pero vale la pena ¿no ve que con eso saqué el disco? Y ya toca pagar arriendo otra vez.. ¿Ya se aburrieron? Yo me aburro de vez en cuando y mando todo a la mierda, o bueno, al menos en mi cabeza. Siempre pasa algo. A última hora llega lo del arriendo, el concierto sale bien, me aceptan refinanciar la tarjeta… ¡Volvemos a empezar!

Entiendo que detrás de este pequeño musidrama hay otros igual o mas reales. Por cada tipo como yo hay 10 personas pedaleando. Yo, como los artistas de la selección, siempre pierdo pero gano un poquito porque hay gente que me conoce y me escribe cosas bonitas. ¿Pero ellos? ¿Qué pasa cuando apenas queda para pagar el teatro? Yo me quedo con los aplausos, que no me dan para comer, pero ese es el camino que elegí. No puedo evitar pensar que queda la música, que queda compartir y aprender. Pero resulta que nadie estudió para compartir y aprender. Y nadie estudió para eso porque nadie vive de eso. Yo no me quejo, porque yo ni estudie y en últimas vivo de milagro.

Y sigo pensando que lo que queda es la música para compartir y aprender. Y sigo pensando que ambas cosas, mas que importantes son vitales. Y sigo pensando que es necesario que exista gente como yo. ¡Somos miles! Y hay cientos de miles detrás que aparte de comer y pagar arriendo también necesitan aprender y compartir para vivir. Yo estoy muy seguro que nadie va a vivir de mis canciones, ni de mis conciertos -y mucho menos de imagen- en un buen tiempo, ni siquiera yo.

Mucho me temo que mi proyecto, como el de muchos otros, es inviable... Pero no voy a ir por ahí vendiendo mentiras. La invitación a Europa con banda completa y estadio lleno asegurado nunca va a llegar, ni la gira por todo Colombia por cuenta del tipo de la petrolera que le encanta mi música pero nunca contesta el teléfono. El video no saldrá en ningún canal. No voy a asaltar un banco para poder pagar la payola, ni voy a ser mas chistoso en el escenario, ni voy a componer canciones mas pegajosas, ni menos tristes, ni con mas “ritmito”.

Mi empresa no es lo suficientemente rentable y eso es natural porque mi prioridad y mi objetivo nunca ha sido ese. Lo que me queda es que me juzguen por lo que hago, que son canciones. Si eso aporta al proceso de cada quien desde su trabajo como músico de sesión, ingeniero, artista visual o lo que sea, qué bueno. Las únicas cuentas que deben cerrar son las de los endecasílabos. La decisión es muy sencilla, el que quiera estar que esté, al que le sume que esté mientras le sume. Eso es importante y es bueno aclararlo. No pido favores, ni ayuda. Mi música está ahí para el que quiera sumarse, pueda sumar y le sume.

Si eso implica seguir el camino solo pues lo asumiré con la mayor dignidad posible, pero siempre teniendo claro que trabajo para la música, para el arte, o para la artesanía, no para el éxito. Sería bueno que de una vez por todas todos los que hacemos música, arte, artesanía entendiéramos que una cosa es un proyecto y otra cosa un trabajo. Creo que hay que salir a compartir y hacer arte con quienes tienen el valor de aventurarse. Tan importante como saber cobrar es saber sumarse y diferenciar lo que es trabajo de lo que no… ¿Será tan difícil?

Y nada, ya perdí el hilo y me dio hambre. Continuo el otro año!


6 comentarios:

teceo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
teceo dijo...

Mis respetos, perdón por el dislate, decía que bueno volver a leerlo, que bueno sentir que lo que se lee es lo que de verdad se siente, y que bueno saber que hay valientes que le apuestan a lo artístico... o artesanal, en todo caso, a lo no comercial

Andrés Correa dijo...

Que bueno que me recuerde que este no es mas que un puente. Abrazos para usted que sabe de valentía, arte y artesanía!!

Aleja dijo...

Andrés leerte es un gusto, para mi aun no mayor a escucharte... es cierto lo que compartes, pero creo que es ahí en donde esta la magia para los que te seguimos, te escuchamos, y te hemos nombrado (como yo) banda sonora de los días... un abrazo y que nunca pares de hacer arte, artesania, vida... y gracias a dios con cero de eso llamado "ritmito" comercial...

PALA dijo...

Ayer, un grupo de siete personas, escuchábamos la primera premezcla de la versión de Ana y Andrés que me atreví a grabar en el disco que viene.
Si hubiera visto una vez más lo que esa canción produce en la gente, entendería por qué salí pensando algo que tiene mucho que ver con lo que usted escribe en este post: su trabajo - decida usted llamarlo así, o no - tiene la virtud de taladrar a la gente con dulzura.
Yo, déjeme decirle, lo tengo en el corto listado de la gente a la que me quiero parecer, y ha sido un lujo cada vez que usted me ha invitado a sumar. Un lujo que espero seguir teniendo siempre.

Anónimo dijo...

como asi que el otro año????