viernes, julio 28, 2006

Lo importante

Ayer tocamos con la banda en el planetario. La gente fue y canto, la sala se lleno, pidieron otra! Más importante aun: desde el escenario podía ver la cara de los amigos, sus reacciones, y a Maria T desde la cabina de control llorando conmigo en “Aunque nos cueste” e intuir a William sorprendiéndose con esta versión medio harrinsoniana… Había un montón de cosas flotando en el aire; hubo entrega, risas, notas falsas, feedback. Amor por toneladas! Y todo para mí, ja!. Y yo pensando que no me lo merecía pero que igual no lo iba dejar escapar.

Para el papel: “Sala Oriol Rangel, jueves 27 de julio 2006. Ganadores convocatorias ciclos de conciertos IDCT, 2006”. Pura mierda! En medio de las canciones hablé de cómo en el programa, en el que se mencionan los “logros” de los músicos, había una serie de mentiras verdaderas o verdades mentirosas y la gente pensó que era un chiste. Lo que quería explicar es que estas cosas que son las importantes, las que menciono arriba, no quedan consignadas en ninguna parte. Porque no importan? Pero si son las que importan, digo yo… No? Entonces porque no aparecen en ningún programa, y entonces porque cuando me preguntan que he hecho nunca las menciono?

Si yo ayer me sentí realizado y pleno 100% será mi ambición demasiado chica? Ayer eran 100 personas. Cuantas tienen que ser para que esto tenga valor, 30.000 en un estadio? Y por qué? Pues por que la televisión nos dice que eso es la realización para un músico, obvio… Pero de nuevo yo digo que no. La realización es otra cosa. Pero como les explico… Obvio eso de ayer duro 1 hora, luego lo de siempre, silencio. Llegar a la casa a la soledad más espantosa del universo. Pero de eso hablo después. Lo bueno es que detrás de los aplausos, las risas y los buenos comentarios, pasan por la coladera las cosas importantes, las que se quedan en el jugo. Así que en medio de esa soledad hay a quien llamar y hay quien llame.

Si algún día llega a haber 30.000 en el estadio creo que pasaría por la coladera exactamente la misma cantidad de gente que en este momento, así que el resto del estadio sobra. Porque seguir buscando y que son esas ganas de escalar para llegar a donde? No es mediocridad, creo que la búsqueda es otra, y también la cosecha. Hay gente que vino al mundo a ser la mejor en algo, a ganarse los premios, a enamorar a las masas, bien por ellos! Hoy 28 de julio me siento feliz. Tengo un buen puñado de verdades y un disco quemado de Bob Dylan que ha sonado 4 veces. Me lo regalo un Amigo… Tengo también el último correo de Liliana, que esta aquí conmigo, mientras escribo y juro por dios que estaba anoche, desde Buenos Aires. Tengo a mi primo lejano en el Messenger junto a los otros parceros de Cali. Y a Medellín en el corazón!. Y una foto con Pala y Maria M en mi salva pantallas.

Eso es lo importante

P.D Un pedazo de Cielo...

Mis piernas andando, mis ojos despiertos,
mi lengua que aprende a medir.
Dos manos inquietas, diez dedos completos
y un cuerpo que quiere seguir.

Los vientos de agosto que traen cometas
y flores sobre Medellín,
las niñas que tiemblan en su bicicleta
delante de un padre feliz.

La tele en la cama, el grito en el cielo,
el bus en la banca de atrás;
las nenas coquetas que agitan el pelo
si saben que vos las mirás.

Son cientos de besos, son miles de calles
y es tanto el amor que encontrás,
que si existe el cielo, que bien! que detalle!
pero con la vida me basta, no más.

PALA

Sala oriol Rangel





martes, julio 25, 2006

Canterville no existe (1)

Hace más o menos un año, después de un concierto, me abordó una persona para decirme que tenía un bar y que le gustaría mucho que yo fuera a tocar allá. Le di un correo electrónico para que nos pusiéramos en contacto y me dedique a saludar a las otras personas que se había acercado a saludar, que mucha, ya que pese a que me habían asignado un día nefasto para el concierto (lunes), para sorpresa de todos, fue bastante gente y resulto ser uno de los mejores conciertos de ese año.

A los pocos días estaba de vuelta en los bares y con ellos a la misma historia de siempre: humo, gente que (genéticamente?) no puede dejar de hablar y menos escuchar, dueños mezquinos, etc. Pero por esos días también recibí un correo que empezaba así: “Aunque me imagino que no tiene idea de quien soy, le recordaré. Soy Gustavo Salas, el tipo que se le acerco a la salida de el teatrino de la Fundación xxxx, con mi novia, y que le comentamos de el cafe bar que tenemos a usted y a Roberto Camargo.”; luego me advertía que el lugar era “muy, muy, muy pequeño y muy, muy, muy, pero muy humilde” y terminaba con esta joya: Si usted cree en los sueños, aquí en Canterville la gente de Bosa tiene uno: CONOCERLO A USTED EN PERSONA. Entonces ya dije lo que tenia que decir, no lo jodo mas”

Pues claro, después de eso, uno piensa que la persona que firma esta escribiendo desde la dimensión desconocida -donde tengo un doble famoso y antipático que no se acuerda de quien lo saluda a la salida de los conciertos- y que debe ser como feo convertirse en ese personaje, pero aun peor parecerlo. Total, que el correo me entro en reversa, se me fue por el camino chueco, lo malinterprete totalmente y con los antecedentes de los otros bares anduve haciéndole el quite un par de semanas a la invitación hasta que finalmente cuadramos la fecha y un sábado, después de la bendición materna, muerto del susto, partí hacia Canterville con la guitarra y un papelito con las instrucciones que me dieron para llegar al bar. Es el momento para anotar que Bosa es una localidad que queda lejísimos del centro de la ciudad y que goza de mala reputación, así que perderme era una expectativa tenebrosa en ese momento.

La llegada fue un poco rara, el sitio efectivamente es muy pequeño y hubo que desalojar una mesa para poder instalarme en el escenario. Pero había algo en el ambiente… Cuando comencé a cantar no podía creer que la gente había hecho silencio, tanto que resultaba un poco incomodo -yo pensaba que era apatía-. Pues no, esta gente estaba asistiendo a un concierto y por un momento dejaron las novias, las cervezas, los chismes, las preocupaciones y se dedicaron a escuchar. La sorpresa fue mayor cuando comenzaron a cantar e incluso a pedir mis canciones. Hubiera pensado que por fin me había llegado la tan largamente esperada hora del reconocimiento y la fama si no es porque cuando termine de cantar siguió una lectura a cargo de Gustavo y la actitud fue la misma. Absoluto respeto, absoluto silencio, absoluta receptividad.

Dirán que me quede contextualizando para dedicarle un solo párrafo a Canterville y a esa noche pero siendo honesto no me acuerdo de nada mas. Cuando abrí los ojos todo había terminado y después no tuve mucho tiempo de pensar pues inmediatamente vinieron los autógrafos, las fotos, saludos, alegría, desconcierto y luego nuevamente nada. Acababa de vivir uno de los momentos más importantes de mi vida en el lugar menos imaginado…

A la mañana siguiente dimensione la carta que me había enviado Gustavo y comprendí que ese personaje de la otra dimensión –el famoso y antipático- no era tan ajeno a mi después de todo, que esa noche llegue al Canterville lleno de prejuicios respecto al lugar y a la gente. La vida me había dado una bofetada! Ahora me correspondía poner la otra mejilla, contar la experiencia de la revelación a todos los músicos y amigos. Difundir la palabra! Que hay un lugar donde la gente escucha, donde tratan bien al músico, que hay un afiche de tal, que pusieron tal canción, que cuando terminé de cantar se escucho la voz de Charly anunciado la canción “que habla de la pálida loco” y que la gente la canto como si fuera un himno, y que de un momento a otro todo el silencio se transformo en una fiesta, y que había hecho nuevos amigos en un momentico, y que Gustavo además es poeta y que pinta… Y que desilusión volver al mundo real!

Tiempo después quise volver al mundo imaginario de Canterville pero el concierto no pudo ser. Gustavo Salas tomo la decisión de suicidarse… No se si llegó a tener conciencia de la obra que dejaba. Había transformado un bar en una institución, había educado a una generación de jóvenes y les había brindado un espacio donde poder crear y compartir. Esta persona sin muchas esperanzas y con poquísima autoestima había logrado inyectar ambas cosas en el alma de mucha gente, entre las que me incluyo. Que iba a pasar con este oasis? Y la gente? Donde van a leer lo que escriben? Y donde vamos a cantar ahora? y para quien?

Obviamente hay más pero luego sigo. Falta la mitad de la historia.

domingo, julio 23, 2006

Música legal?

En estos día he visto por televisión una campaña pro-música “legal” . Esta pretende que la gente descargue música de Internet pero pagando y la estética me recordó un poco al de los comerciales que buscan fondos para erradicar la hambruna en algún país africano o a las campañas de Greenpeace… Mejor dicho solo les falto poner un ejecutivo al lado de una súper estrella del pop con la mano estirada pidiendo limosna. Que descarados! Lo peor es que dicen que es por el bien de los músicos (como yo), a quienes las disqueras ya no pueden contratar por culpa de las descargas gratuitas. Esto, por supuesto, es una mentira.

Todo lo contrario. Estamos ante una oportunidad histórica de cambiar la forma de apreciar y entender la música o mas bien de revalorarla. No hay que olvidar que muchas de las cosas que hoy por hoy la representan y que damos por sentadas (como los discos, las estrellas de pop, los videos, etc.) son inventos recientes. Si la música sobrevivió y evoluciono miles de años antes de la radio, que no vengan a decir ahora que se va acabar porque las disqueras se van a quebrar. Que se quiebren pero rápido. Que los que quieran hacer arte lo sigan haciendo y que los que quieran hacer dinero se dediquen a hacer arepas.

No tengo autoridad moral para decirle a alguien que no baje o comparta mi música. Si no fuera por la red no conocería a la mayoría de los artistas que me han influenciado últimamente, cuya discografía nunca llegara a nuestro país y que en caso de llegar sería imposible de pagar. Dentro de pocos años incluso la piratería será obsoleta pues la descarga de música será tan rápida y de tan fácil acceso que nadie querrá pagar ni siquiera el ínfimo valor que hoy en día representa un disco pirata. Eso si es una revolución!

Gracias al Internet, ahora los músicos independientes podemos llegar a cualquier parte del mundo sin intermediarios y sin tener que pagar para que nos escuchen. No ganamos dinero tampoco, pero por primera vez tenemos la oportunidad de ser escuchados. Eso es mucho mas de lo que nos ofrecen disqueras y emisoras en este momento. El problema es de los monopolios y de las grandes divas quienes otorgan a la música solamente un valor comercial y que por eso no soportan que los escuchen gratis. No les importa decir nada, ni ser escuchados. Solo facturar.

Lo único que lamento es que esta campaña pro-música “legal” sea una farsa. Ojala realmente se quedaran sin dinero tantos músicos convertidos en empresarios y volvieran a hacer discos donde sea mas importante el contenido que la superproducción de sonido, la imagen y toda esa cantidad de artilugios que han reemplazado la música. Yo también dependo de la venta de discos pero tengo claro que esto nunca puede ser mas importante que la necesidad de comunicar. Así que compren el disco (si pueden) y compártanlo (por favor)!

Digo yo…