miércoles, octubre 04, 2006

Cero y van dos para Martina

Este gato tan bonito que ven entre las matas del jardín, dándose un baño de sombra y picando el ojo era Jako, uno de los seres vivos que mas he querido en mi vida. Lo mato un capitán de la policía (o era del ejercito?) a palazos con la ayuda de su hijo adolescente. Fue tan brutal el ataque que despertó a los vecinos que igual nada pudieron hacer… No ve que el tipo es capitán? Puede hacer eso y mucho mas si le da la gana! Y lo hizo, no porque sea capitán de la policía o del ejercito o de la guerrilla, o de los paras, si no porque hay gente mala. Así de simple.

Pero a pesar de la introducción esta no es una historia triste del todo. Es una historia de vida, supongo. Lo que pasa es que Andrés, un amigo de Cali, escribió hace rato algo muy bonito acerca de los límites del dolor y el placer (léanlo que esta linkeado!) y hoy lo leí y me acorde de mi gato muerto. Luego paso que llegó Carlos el veterinario a ver a Martina de la que ya les contaré. “Lleva una semana coja y no quiere comer” le dijo mi tía y agrego “eso fue que le pegaron”. Señal que a mi tía también le quedo algo en el alma por lo de Jako. Ya sabe que existe ese tipo de maldad y la ve en todos lados, a mi también me pasa….”Vamos a ver mi señora” dijo el.

Me salte una parte, a saber: Luego de Jako llego Martina. Al principio no la quería mucho y me sentía traicionando a Jako todo el tiempo. De hecho su muerte es el recuerdo más triste que tengo, la herida más profunda y la culpa que mas me atormenta en el mundo… Al principio la tenían todo el tiempo amarrada para protegerla de los otros gatos, la gente mala y de ella misma pero como vivía tan triste así, los convencí de que era mejor que se muriera a palazos que de pena moral y es así como Martina descubrió la calle. Las primeras noches fueron espantosas. Nadie en la casa dormía pensando en que se había muerto de frío o que se había perdido o que se yo… Tantos peligros que hay! Pero nada, ahí sigue pero no ilesa.

La primera vida la quemo con una cancha de fútbol de coca cola. “Se enredo y se ahorco” Me contaron por que yo no estaba “Cuando oímos la bulla ya estaba azul!” Como hace un gato pa ponerse azul? Ni idea, pero mi tía jura que así era. Paso toda la tarde en una cama sin responder y todos esperando a que dejara de respirar en cualquier momento. Cuando llegue me acerque a consentirla y reaccionó. Se puso a llorar y bajo de la cama. Ahí empecé a quererla! Después de eso ha venido lastimada varias veces. Es que la Martina salio chiquitica y no sabe pelear. Por eso siempre le dan en la jeta. La ultima vez perdió una uña, pero nada tan grave como esto de ahora.

Lo primero fue pelarla y palparla para ver donde le dolía. Resultó que tenia un absceso gigantesco, como del tamaño de una pelota de ping pon, de un rasguño o mordedura de otro gato que se infecto, explicó Carlos. Aquí es donde la cosa se pone un poco asquerosa pero es parte del punto que quiero tratar así que se aguantan! En esos casos no hay más remedio que meterle un tubito en la pelota y empezar a drenar, es decir: a sacarle el pus o la materia del absceso. Para que se hagan una idea el pus o materia es como una leche condensada aguada que huele a… No se, pero debe ser uno de los olores mas repulsivos en el universo! Eso no es lo peor. El dolor, con todo y que estaba sedada, era tan terrible que se contorsionaba, gemía y mordía como si le estuviéramos haciendo un exorcismo. Y no bastaba con el tubito, había que presionar y luego del pus vino el agua-sangra que salpicaba por todos lados.

Para no hacer más larga la historia, hoy tenía que hacer un mundo de cosas pero no se pudo. Ahora debía conseguir las drogas, la isabelina, el suero, las jeringas, la caléndula para los bañitos y había que repetir la tortura de la mañana pero sin el veterinario. No sobra decir que si soy torpe por lo general, para esto resulté ser absolutamente inútil. No sabía sacar el suero y luego no se me ocurría como revolverlo con el remedio y ni hablemos de poner la isabelina. Después tener a la gata (que ya no estaba sedada) e introducirle la jeringa por una herida abierta, que le hizo el veterinario, para hacerle el baño a presión y repetir 4 veces. Resultado de la operación: dos mordeduras que no me dejan tocar guitarra y que me tienen escribiendo incomodo y medio. Además el doctor dice que son peligrosas por lo de la infección y la sangre y todo eso. Eso no importa. El efecto mas molesto es que tengo el estomago revuelto y no he podido comer.

Bueno esa es la vida. Quedan varios días de drenaje, pañitos de caléndula, unas inyecciones para el dolor que debo aprender a poner y no se que mas… El amor a veces se hace de cosas asquerosas y molestas. Martina, que ahora transita por la casa con su herida abierta, se recuperará y saldrá de nuevo a buscar pleito con gatas mejor preparadas para la vida en los tejados. Yo volveré a las llamadas, las cuentas de cobro, los ensayos, la guitarra y a la comida espero…

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo conocí a Martina en la época en que encarnaba la "traición" de Andrés hacia Jako. El decía que no la quería tanto, pero el collar de protección, la autorización para invadir su cama y la forma en que la consentía decían todo lo contrario.
La conocí con rostro de porcelana. Es más. Reclamo la autoría de la primera de sus fotos que aparece en este artículo, y como prueba está mi chaqueta sobre y bajo la cual jugó conmigo mucho rato.
La historia de Jako me hizo llorar - a mi y a Piedad - y la de la mejicanísima Martina igual. Pero - y ese es el principio y el final feliz de la historia - el amor de Andrés hacia los animales no hace que los malos sean menos malos, pero hace que por sobre ellos, Jako y Martina hallan sido y sean más felices que cualquiera de sus congéneres y esa es una victoria que ningún cabo primero puede poner en riesgo.

¡Si necesita un aprendiz de enfermero, nada más diga qué hay que hacer!

ANDRÉSWOLF dijo...

Pues a mí me pareció terrible cuando mi hermano Umberto me conto sobre la muerte de Jako (y mas por como fue, me dio muchisima piedra con ese tipo),, que en realidad yo conocí como Falcioni,, siempre pense que se llamaba asi, Andrés algún dia lo llamo por el apellido del antiguo portero del América de Cali,,jeje,,sobra decir que Andres es Americano.
Yo quiero a todos los animales, tanto que mi hermano dice que soy el Animal Planet de la casa, a Martina la conocí y me di cuenta que llenaba la casa de muchas sonrisas, ademas por que se hace querer, el dia del cumpleaños de el Primo Dieguito estaba super juguetona y como dice Pala en su comentario Reclamo la autoría de la segunda de sus fotos, por que si es posuda le encantan las fotos, o bueno eso me hizo sentir. Seguro que tener unas mordidas en las manos es doloroso, pero por su mascota se que Andy haria muchas mas cosas,, Aqui otro abrazo de solidaridad. Bye.

Anónimo dijo...

se sabe cómo es una persona no por cómo es sino por cuanto da.

que frase tan clichesuda y cursie no?

aguante martina!

Tower of song dijo...

Sobre la "mexicanisima Martina" tengo mucho por decir...

pero...

por ahora, ánimo mucho ánimo, aquí no ha pasado nada, en esta no quemamos vida!!!

y que la buena estrella te acompañe en las noches por todos los tejados de Modelia y del mundo!!!

jajaja!!!

y al primo, un abrazo y mucho ojo con esas hedidas!!!

se les kiere!

Liliana dijo...

Ay, qué manera de sufrir con este cuento real.
Espero que Martina haya aprendido de esta lección y que la próxima pueda defenderse.
Es una gata hermosa. Digna sucesora de Jako, que se ve tan dulce (qué monstruo ese vecino que tienes).
También espero que tu mano mejore, que aprendas a curar a tu gatica y que pronto puedas tocar tu guitarra.
Un abrazo para ti y un cariñito para esa gata tan bonita.

Andrés David dijo...

Viejo Andrés, los gatos son lo que son y que Martina no tenga habilidades de pelea no es tan grave. Conozco uno, llamado Mefistófeles, que es picoteado en la cabeza por las torcazas que se le mandan desde bien alto. No es pendejo, pero parece que a veces olvida la tercera dimensión.

Que se mejora Martina rápido. No por ella que sola se cura, sino por vos que como buen humanos sos más débil.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

andres, mucho pedir que cuelgues "cielo"?

MAREÑA dijo...
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MAREÑA dijo...

Andrés la semana pasada salió en televisión el caso del señor que pasaba por la calle, había niños jugando con un cachorro y este se arrimó a jugar con el sujeto, sin razón alguna sacó su arma y disparó al indefenso animal, en frente de los niños.

No digo más!!!!

Te invito a ver mi blog que tiene un texto sobre las mascotas

http://mealonsodeapa.blogspot.com