martes, julio 25, 2006

Canterville no existe (1)

Hace más o menos un año, después de un concierto, me abordó una persona para decirme que tenía un bar y que le gustaría mucho que yo fuera a tocar allá. Le di un correo electrónico para que nos pusiéramos en contacto y me dedique a saludar a las otras personas que se había acercado a saludar, que mucha, ya que pese a que me habían asignado un día nefasto para el concierto (lunes), para sorpresa de todos, fue bastante gente y resulto ser uno de los mejores conciertos de ese año.

A los pocos días estaba de vuelta en los bares y con ellos a la misma historia de siempre: humo, gente que (genéticamente?) no puede dejar de hablar y menos escuchar, dueños mezquinos, etc. Pero por esos días también recibí un correo que empezaba así: “Aunque me imagino que no tiene idea de quien soy, le recordaré. Soy Gustavo Salas, el tipo que se le acerco a la salida de el teatrino de la Fundación xxxx, con mi novia, y que le comentamos de el cafe bar que tenemos a usted y a Roberto Camargo.”; luego me advertía que el lugar era “muy, muy, muy pequeño y muy, muy, muy, pero muy humilde” y terminaba con esta joya: Si usted cree en los sueños, aquí en Canterville la gente de Bosa tiene uno: CONOCERLO A USTED EN PERSONA. Entonces ya dije lo que tenia que decir, no lo jodo mas”

Pues claro, después de eso, uno piensa que la persona que firma esta escribiendo desde la dimensión desconocida -donde tengo un doble famoso y antipático que no se acuerda de quien lo saluda a la salida de los conciertos- y que debe ser como feo convertirse en ese personaje, pero aun peor parecerlo. Total, que el correo me entro en reversa, se me fue por el camino chueco, lo malinterprete totalmente y con los antecedentes de los otros bares anduve haciéndole el quite un par de semanas a la invitación hasta que finalmente cuadramos la fecha y un sábado, después de la bendición materna, muerto del susto, partí hacia Canterville con la guitarra y un papelito con las instrucciones que me dieron para llegar al bar. Es el momento para anotar que Bosa es una localidad que queda lejísimos del centro de la ciudad y que goza de mala reputación, así que perderme era una expectativa tenebrosa en ese momento.

La llegada fue un poco rara, el sitio efectivamente es muy pequeño y hubo que desalojar una mesa para poder instalarme en el escenario. Pero había algo en el ambiente… Cuando comencé a cantar no podía creer que la gente había hecho silencio, tanto que resultaba un poco incomodo -yo pensaba que era apatía-. Pues no, esta gente estaba asistiendo a un concierto y por un momento dejaron las novias, las cervezas, los chismes, las preocupaciones y se dedicaron a escuchar. La sorpresa fue mayor cuando comenzaron a cantar e incluso a pedir mis canciones. Hubiera pensado que por fin me había llegado la tan largamente esperada hora del reconocimiento y la fama si no es porque cuando termine de cantar siguió una lectura a cargo de Gustavo y la actitud fue la misma. Absoluto respeto, absoluto silencio, absoluta receptividad.

Dirán que me quede contextualizando para dedicarle un solo párrafo a Canterville y a esa noche pero siendo honesto no me acuerdo de nada mas. Cuando abrí los ojos todo había terminado y después no tuve mucho tiempo de pensar pues inmediatamente vinieron los autógrafos, las fotos, saludos, alegría, desconcierto y luego nuevamente nada. Acababa de vivir uno de los momentos más importantes de mi vida en el lugar menos imaginado…

A la mañana siguiente dimensione la carta que me había enviado Gustavo y comprendí que ese personaje de la otra dimensión –el famoso y antipático- no era tan ajeno a mi después de todo, que esa noche llegue al Canterville lleno de prejuicios respecto al lugar y a la gente. La vida me había dado una bofetada! Ahora me correspondía poner la otra mejilla, contar la experiencia de la revelación a todos los músicos y amigos. Difundir la palabra! Que hay un lugar donde la gente escucha, donde tratan bien al músico, que hay un afiche de tal, que pusieron tal canción, que cuando terminé de cantar se escucho la voz de Charly anunciado la canción “que habla de la pálida loco” y que la gente la canto como si fuera un himno, y que de un momento a otro todo el silencio se transformo en una fiesta, y que había hecho nuevos amigos en un momentico, y que Gustavo además es poeta y que pinta… Y que desilusión volver al mundo real!

Tiempo después quise volver al mundo imaginario de Canterville pero el concierto no pudo ser. Gustavo Salas tomo la decisión de suicidarse… No se si llegó a tener conciencia de la obra que dejaba. Había transformado un bar en una institución, había educado a una generación de jóvenes y les había brindado un espacio donde poder crear y compartir. Esta persona sin muchas esperanzas y con poquísima autoestima había logrado inyectar ambas cosas en el alma de mucha gente, entre las que me incluyo. Que iba a pasar con este oasis? Y la gente? Donde van a leer lo que escriben? Y donde vamos a cantar ahora? y para quien?

Obviamente hay más pero luego sigo. Falta la mitad de la historia.

9 comentarios:

Liliana dijo...

Andrés, esa historia es un guión para una película. ¡Qué experiencia tan intensa!
Suele suceder que vamos con prejuicios ante una gente que finalmente nos abre su corazón y todo cambia. NOS cambia.
Hay que mantener vivo el espíritu de Canterville, por esa gente, por Gustavo Salas y por los músicos como tú.
Un abrazo.

Daniel dijo...

Primo!!

Juemadre....es mucha la Fe y muchas las ganas y mucha la mágia para hacer eso. No puedo creer que un sitio así, tan parecido a lo que he soñado como el Bar perfecto, exista y menos que exista en Bosa!!

Me acuerdo la noche que fui a verte en ese bar en la candelaria, en Bogotá, y me acuerdo cómo la emoción de verte por primera vez dandole vida "en vivo" a tu música era opacada por la bulla de los insensibles y despreocupados personajes de arriba que trataron de matar el momento pero que afortunadamente su intento no fue fructífero.

El final de ésta parte de la historia es un baldado a la cara...bufff....sin palabras.

Pienso, sin embargo, y siento que para vos habrán más Gustavos que, como dice Liliana, te van a abrir el corazón para mostrarte que lo que haces sí está moviendo a la gente.

Un abrazo, Andrés...

Daniel.

Cristhian Carvajal dijo...

¡Que simbaaaa parcero!

De verdad me alegra mucho este tipo de historias que -como dice Lili- sirven como guión para cada una de las películas que vivís y que vas a vivir.

Viejo Andrés te felicito porque poco a poco vas creciendo y por tu CD, está muy bueno (al igual que el video de "Estúpido").

Un abrazo

Anónimo dijo...

hola gente a prueba y error que habitan este utopico de cancer me llamo ..no importa pero quiero saber como termina el cuento de un bar que ya no existe y que queda al otro lado de la ciudad y que derrepente desaparece asi como asi

cornelio dijo...

hola andres! bueno les contesto a todos los q ya escribieorn aca canterville sigue en pie por lo meos ya tenemos nuestro propio fantasma de canterville, cantrville no es un bar es un lugar con cuatro paredes y un baño en donde esculcamos nuestro miedos y pesadillas y en este lugar sentimos paz, canterville es mas de lo q un ser humano puede pedir. gustavo em hace una falta ni la hpp era un chico tan pulido y fresco ya no esta ni el ni mi hermano q lo encontro muerto, espero poder vovler a canterville por ahora no puedo tengo dolor al recordar ver el cuerpo de aquel loco pasar por la puerta.. te amamos gustavo aun me debes una cancion y una cerveza. say no more a todos

Anónimo dijo...

Uy hermano! Debo confesarle que esta historia me ha encharcado los ojos, el corazón -si tiene algo que ver con los sentimientos- y me ha puesto la piel de gallina. Estas son las historias que deberian movernos a todos!..
Esto es la vida...
La misma anónima que escribio publicaciones adelante, sigo en mi Bogotá querida, sigue siendo 9 de diciembre del 2010 con la diferencia de que es un poco más tarde, las 3 y media y e quedan dos horas para dormir pero tus letras me tienen tan enamorada que me atrevo a pasar la noche de largo.
Gracias!

yaneth dijo...

Luego de leer lo escrito me alegra mucho saber que fui y que sere parte de eso lo mas vacano de todo es darse cuenta que se lleva a cabo el sueño de gustavo que aun que partio antes de lo esperado ese sueño sigue latente por mas de una persona....y que bueno es saber que personas como andres dejan una buena imagen de ese pedacito de rincon existente aqui en bosa por lo menos en ese rincon donde siempre seran bienvenidos ......Gracias a Dios que vobio

Anónimo dijo...

Bienvenidos a macondolandia mas real que mágico....

Anónimo dijo...

Ahora cmabio de lugar, es en bosa piamonte