sábado, enero 06, 2007

FIEBRE DE SABADO EN LA NOCHE

No voy a hablarles de mi lugar de rumba favorito ni mucho menos, así que no se asusten. Lo que pasa es que hoy es sábado y mi plan para esta noche es escribir sonetos. Estoy afiebradísimo y no hago si no soñarme con los benditos versos y las rimas y las cuartetas y todo lo demás. Luego le cuento bien el cuento. Advierto que apenas estoy aprendiendo asi que hay cosas incorrectas... Los dos primeros son respuestas asi que luego del soneto viene lo que me escribieron este par de amigos Juan y Umberto. Eso es tambien para que vean como nos queremos y nos tratamos de bonito... jajajaja


A Juan Mosquera

Ya crece el chico, que también es tuyo
De quién si no de vos esa ternura!
Tiene los ojos de Juan, el capullo,
de Andrés le viene lo cabezadura

De poli-carbonato y aluminio
lo vi llegar no hará ni una semana.
Tan pálido, tan yo, tan amarillo
pero también tan él, tan vos, tan Ana…

No se si habrá de librarme de pobre
ni es en el mundo lo que más ansío.
(Soy padre orgulloso, ya es disco de cobre!)

Lo digo a lo bien! aunque suene vacío:

Que honor es para mí tener tu nombre
Juan Fernando Mosquera junto al mío

Juan escribió

pasar la prueba aprendiendo del error
(para cometerlo otra vez)

Ya crece el chico. Tantas veces le vi antes de bien nacido. Lo traías contigo en cada visita tuya y venía creciendo en el eco de tu voz, ahí le vimos; ecografías casi para descubrir cómo crecía aquella criatura hecha de canciones que hoy llamás prueba & error como si fueran siameses de la inspiración, como si este disco fueran dos. Y también lo son.
Doloroso y hermoso es el oficio de parir. Ya dos veces lo has vivido y vendrán tantas más que no sabrás dónde tenías guardada tanta fecundidad.
La magia habita en lo invisible y ha vuelto a suceder así para que recuperemos la maravilla de escuchar que la misma canción nunca suena dos veces igual. Bonito aquello que le dicen masterizar y alguna nueva versión de una canción nueva, aunque ya no lo es tanto, pero volverá a serlo en los oídos que -sin saberlo- aguardan por escucharte para no olvidar que estás hecho de copyleft y generosidad. Dar es dar.
Gracias por el nombre de Juan leído en tres páginas y el de Ana conmigo igual.
Aunque no te has perdido cada vez te encuentras más.

Hoy te hablo de tu disco. Tu white album, hijo de la luz de la noche. Sonó como sonó. Y sonó divino. Sonó a cariño y honestidad.

Gracias por estas canciones y las que han de llegar.


UMBERTO SIN HACHE

Hijo, hermano, primo y ex-novio ejemplar
Tocó su corazón el mismo Midas
Cronista de excepción de nuestras vidas
Umberto (sin hache) se hace llamar

“Aliado say no more” nos predicaba
-brillando tras del mic en una mano-
el sagrado evangelio sabiniano,
cuando esta historia apenas arrancaba…

Retó a dios y al diablo y salio triunfante
de eso ya hace un año, quien iba a pensar
que el muy caradura supiera llorar?

Whit no direction home, piedra rodante,
escarabajo y rompecorazones
deja su estela: versos y canciones


Umberto escribió

EL HOMBRE DEL AÑO

Es un pájaro y no es un avión
es cordero aunque se crea lobo
cierra los ojos, empieza la función
viaja en guitarra como viaja en globo

No imaginé hacérmelo de amigo
ni que pusiera su voz en mi canción
que también muere de amor soy testigo
y que la interné es su televisión

Tan tímido que a todas trae locas
tiene por novia a una tal Martina
(su único vicio terminado en “ina”)

Que sea antifutbol –les juro- no me choca
y aunque olvide que un trago no hace daño
Andrés Correa es mi hombre del año



Hay que sufrimiento!

Como varón sensible, tan proclive,
a creer que enamoran las canciones,
a versar y a sufrir por lo sublime,
que no sabe ir del verbo a las acciones

Muero de amor sin que haya cura alguna
ni droga que mitigue mi agonía
Culpable de mi mal es cada una
de todas las que nunca serán mías

Cositas ricas, sílfides, sirenas
ñoñas, mamertas, célibes, harmbrientas
ninfas, arpías, diablas madrileñas

Venus de Milo, diosas, magdalenas
putas, morrongas, trozas, flacuchentas
grillitas paisas, ñeras bogoteñas

1 comentario:

Liliana dijo...

Se juntaron los poetas y nosotros, simples mortales, los disfrutamos. ¡Qué lujo, señores!